Page 68 - Bunnysigue :::: Carolina Sol Rodriguez
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        Era super coqueta, siempre se maquillaba en clase, y andaba con
        su espejito. tenía un look muy original, y en la secundaria vestir-
        se diferente del resto siempre es difícil porque siempre está “el
        rebaño” y todas esas cosas, pero caro siempre se plantó con sus
        ropas limadas, sus zapatos también limados (y miles), así como se
        plantaba con lo que pensaba, caiga bien o mal.
          lamentablemente no guardé ninguna conversación de chat, so-
        lían ser muy graciosas. no hay una anécdota que me gustaría des-
        tacar por sobre las otras, como un momento personal quizá sí un
        día en 2007( cuarto año, al año siguiente caro se fue del liceo y el
        curso fue otra cosa) que fuimos a su casa, cuando vivía por Godoy
        cruz,  y la “ayudé” (en realidad, básicamente fui testigo) a teñir-
        se el pelo de rubio amarillo o platinado o cómo se llame, y me
        acuerdo que pensé, y se lo dije, que estaba loca por hacerse eso
        en el pelo. Era la primera vez que se lo teñía y no teníamos idea
        de cómo iba a quedar, pero igual ella mandó decolorante a pleno,
        igual eso no es lo importante pero es un recuerdo al fin y al cabo.
        Sí me acuerdo que nos matamos de la risa como de costumbre,
        merendamos alfajores (otra cosa a recordar es su manía alfajo-
        rera, siempre con la coca el alfajor y las papas fritas, eran su die-
        ta diaria). nuestras vueltas en el colectivo al mediodía (vivíamos
        bien cerquita) también eran una anécdota casi siempre, los pa-
        pelitos que me dejaba “anónimamente” en el banco, en general
        eran declaraciones de amor mezcladas con puteadas o con alguna
        bizarreada así. En un momento en 4º inventamos un personaje,
        el duende ramboso, que me robaba las cosas (era una explicación
        al hecho de que yo siempre perdía todo) y bueno, caro limó un
        montón con el duende, pasó a ser parte de sus escrituras en el pi-
        zarrón, de las notitas que me mandaba, de nuestros chistes. Esos
        son un resumen de las miles de anécdotas compartidas con ella.
        En lo personal, no siento que me hayan quedado cosas para de-
        cirle, estuvo todo siempre bien entre nosotras, e incluso siendo
        tan diferentes llegamos a ser muy cercanas y siento que durante
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